Paul Krugman
El Gobierno de Portugal acaba de caer por una disputa respecto a las propuestas de austeridad. La rentabilidad de los bonos irlandeses ha superado el 10% por primera vez. Y el Gobierno británico acaba de rectificar a la baja su previsión económica y al alza su previsión de déficit.
¿Qué tienen en común estos acontecimientos? Todos ellos son pruebas de que reducir drásticamente el gasto cuando uno se enfrenta a un paro elevado es un error. Los defensores de la austeridad predecían que los recortes del gasto reportarían rápidamente dividendos en forma de aumento de la confianza y que habría pocos efectos adversos, o ninguno, para el crecimiento y el empleo; pero se equivocaban.
Publicado en SinPermiso
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