Las fuerzas de Gadafi, amparadas en su superioridad militar, están ya cerca de aplastar la sublevación. Aviones del Ejército libio bombardearon ayer el aeropuerto de Bengasi, la capital de la rebelión, mientras el hijo favorito del dictador, Saif al Islam, proclamaba triunfante: "En 48 horas, todo habrá acabado"
Publicado en Público
No hay comentarios:
Publicar un comentario