domingo, 27 de marzo de 2011

2011: Una odisea política en España

Una de las frases que acoge el cajón de sastre del ciudadano medio y a la que se recurre cuando no se conoce con certeza la solución de un dilema es: ¿qué fue antes el huevo o la gallina? El pescadero del mercado, el taxista-politólogo que te lleva al aeropuerto o el juez más prestigioso que se toma un café en el bar más próximo a la Audiencia Nacional recurrirán a esta frase cuando no encuentren una respuesta precisa. Pues bien, conviviendo en una sociedad que premia a la factoría Belen Esteban S.A. perdiendo el tiempo enfrente del televisor, comprobando como el discurso político se aleja de los ideales y se acerca a la demagogia más peligrosa y constatando que el periodismo se ha olvidado de los valores que se propugnan en sus facultades, solo queda plantearse: ¿qué fue antes el huevo o la gallina? Es decir, ¿cómo hemos llegado a esta situación?

La frenética a la par que rutinaria actualidad informativa nos ha ofrecido algunas pinceladas que pueden aportar luz para resolver este agotador dilema. En el intervalo de un mes hemos asistido al retrato más descriptivo de la clase política española. El mes de marzo arrancó con fuerza mostrándonos una simpática estampa: el candidato del Partido Popular a la alcaldía de Leganés glosaba su programa electoral con una “simpática” fotografía en la que aparecía portando su capuchón de “Jedi” y su espada láser. Sin duda, sus votantes le ayudarán a que la fuerza le acompañe en las próximas elecciones.

Días después, un compañero de partido ayudó a mostrar la cara más desenfadada del nuevo PP madrileño en la Asamblea de Madrid. El Consejero de Transportes de la capital realizó un brillante monólogo sobre la actualidad del transporte madrileño. “¿Pero qué titulo (billete) utiliza usted para coger el transporte público? –dirigiéndose a su rival socialista- Yo creo que no lo utiliza nunca, porque el Metrobús yo creo que no existe, y si usted tiene el título del Metrobús ¡pues nos vamos todos!” –aseguró tras aconsejar que se debe saber bien de lo que se habla antes de lanzarse a discutir-. La bancada socialista se entregó al humor del Consejero de Transportes brindándole una sonora risotada. Sus compañeros populares, sin embargo, optaron por ovacionar la genial ocurrencia de su representante sin fisuras. Risas y aplausos ante otra exhibición de la arrolladora sabiduría y competencia de la clase política madrileña.

Por otro lado, el Ministro de Industria, Miguel Sebastián, no quiso quedarse atrás en el festival de la comedia política y aseguró que la repercusión del incremento de la tarifa de la luz sería similar al de la consumición de un café –producto de cuyo precio bromeó el presidente Zapatero hace años, granjeándose cada vez más admiradores-. Nuestros representantes han encontrado sin duda la mejor medicina anticrisis: ¡mofa, befa y cuchufleta para todos!

A finales de febrero, tras la llegada de la profeta Merkel que separó las aguas del Manzanares y acogió a los parados en su seno renovando el “Manolo, vente pa´ Alemania”, se hizo pública una descriptiva estadística. La cifra de parados en España rondaba los cuatro millones y medio y, de ellos, 1.000.000 de desempleados no había completado sus estudios de secundaria. Ante este halagüeño dato, sin duda, la solución adecuada es matricularse en una escuela de Deutsch.

Ante este amable paisaje que nos muestra un camino limpito de obstáculos para salir adelante, solo queda recurrir a un clásico para solventar el dilema: "Si el gobernante se impone por sus cualidades y mantiene el orden en armonía con las buenas costumbres, el pueblo sentirá vergüenza de actuar mal y avanzará por el camino de la virtud." (Confucio)

Escrito por Diego

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